Madrugada

Ojos rojos, pies hinchados, día de mierda corriendo de un lado a otro, intentando comprender, siendo otro más allá de quien soy. Miedo, la noche, taxis, el calor del metro, hoy al lado del liceo de artes gráficas, proyectos, el foquin diseño que me alimenta y me da sentido. Dios, la lámpara para mi pie, el vedanta, la vía oscura. Cierro los ojos y acierto. Dios, que callado te quedas, mi padre me acompaña, yo y él somos uno, en las manchas, en las risas, en el lenguaje, la mesopotamia, la copete, el bastoneante. Estoy que reviento pero en lugar de explotar crezco, mañana, más rato tren a Talca, la rutina, el wi-fi. La reputamadre que lo parió. Me doy, respiro hondo, un grito ¿me escuchas?... Ja ja ja ja, jarai jajai ja jai jo jo, otario que andás penando. Nada de penar, poner la cara, el hombro, la chulapi y las pelotas en permanecer y dar la pelea, la excelente pelea por lo tuyo, los tuyos, tu centro. Que carajo hablas cariño malo, si, vámonos a Valpo al Cinzano y cantemos valses peruanos, guitarreemos como antes, re quipeyyupe nerxa ogo, saquemos la voz, hagamos un karaoke del alma, del espíritu y si diosito nos escucha, si diosito condesciende a nosotros hagámosle un lado, hagamos silencio vamos a inventar algo de que hablar... eli eli lama sakhtani, expliquenme de nuevo lo de Cristo y la sangre derramada, la brutalidad del sacrificio, perdóname porque no se lo que hago...